Mi recuerdo más antiguo es sentada en la mesa del comedor de casa de mi abuela, de noche, me estaba mirando los pies, con mi mamá delante de mi, y entra volando por la ventana un bicho, grande (desde mi perspectiva), negro, y se me posa al lado. Acto seguido mi mamá sale corriendo y gritando hacia la sala, y me deja sola mirando ese bichito y sus antenas gigantes, para regresar enseguida, cargarme y llevarme con ella corriendo hacia la sala, sin dejar de gritar. Tendría unos 2 años. Siempre fui una niña curiosa, cumplidora con mis deberes escolares, un poco introvertida y me encantaba dibujar. Si no fuera arquitecta, hubiera sido diseñadora. Hubo un tiempo que quise ser bióloga marina. De las ciudades me encanta su historia, entender como evolucionaron, como murieron algunas. Me encantan las ruinas antiguas. Lo primero que hago cuando me enfrento a un proyecto es entender el espacio y su entorno. Mis tres habilidades más significativas son: la escritura, ser diligente, y ser buena oyente. Que le aporto a Ad Urbis? Pues ni idea. No soy la persona con más habilidades sociales, pero sí soy con quién puedas contar para hacer, pensar, construir y soñar, con o sin tiempo definido. Me encantan los libros en general, sueño con tener una biblioteca gigante con muchísimos libros.